Hace unos días fui a ver un museo de robótica y no te das cuenta de lo que ha cambiado todo hasta que cosas como estás te recuerdan que no hace mucho usábamos los walkman con nuestras cintas y con los rebobinados con el bolígrafo bic 🙂 qué tiempos!!! en la visita habían varios chavales y ves que no tienen ni idea de lo que es una cinta de casete.
La verdad es que me siento afortunada, por poder haber vivido una infancia sin informática ni videojuegos, una adolescencia con vinilos y casetes, pasando después CD que era lo más … y así hasta llegar a los smartphones que lo hacen todo y con lo que parece que no se puede vivir (No sé cómo lo haríamos antes??? ….y además eramos felices!!). Mira para atrás y realmente has ido evolucionando con todo eso.
Aún me acuerdo cuando con viajábamos con nuestros mapas de papel y con mucha intuición y con las sabidas discusiones de ¿¿es por allí?? … no, por allí…. jajajaja, madre mía cualquiera le dice ahora al GPS que no es por ahí… pero tenía su gracia, verdad?
Lo dicho todo ha cambiado mucho, es cierto que nos hace la vida más fácil, pero no siempre es bueno, de vez en cuando deberíamos poder currarnos las cosas que queremos hacer y no tenerlo casi todo a golpe de smartphone.
Marta Fernández Ramos